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lunes, 26 de mayo de 2008

Berlusconi reactiva el proyecto del puente de Messina

  • En esta vialidad podrán circular seis mil vehículos por hora
  • Contará con líneas ferroviarias que permitirán el paso de 200 trenes al día

El puente sobre el estrecho de Messina, que unirá a la isla de Sicilia con el continente europeo, será construido por el actual gobierno de Silvio Berlusconi, anunció el ministro de Infraestructuras italiano, Altero Matteoli.


Se trata del puente suspendido a una arcada más largo del mundo, con tres mil 666 metros de longitud, sostenido por dos torres de 382.6 metros de altura, con seis carriles de autopista.

En esta vialidad podrán circular seis mil vehículos por hora, además de que contará con líneas ferroviarias que permitirán el paso de 200 trenes al día.

La construcción de un puente para unir a Sicilia con la península italiana es una idea antigua.
En sus crónicas, Plino el Viejo, que vivió entre los años 23 y 79 de nuestra Era, ya documentaba el deseo de un cónsul romano de edificar una estructura que permitiera transportar animales y mercancías a la isla.

Durante la época moderna hubo varios proyectos, pero fue hasta 2005 cuando el segundo gobierno del nuevamente primer ministro, Silvio Berlusconi, abrió un concurso en el que la licitación fue ganada por un consorcio encabezado por el grupo constructor italiano Impregilo.

El proyecto tendría un costo de tres mil 840 millones de euros, pero fue "congelado" por el gobierno de centroizquierda de Romano Prodi (2006-2008), que lo consideró una obra no prioritaria.

Pero en la campaña para las elecciones de este año, que de nuevo le dieron el triunfo, Berlusconi prometió retomar la construcción del puente que, según dijo Matteoli, estará terminado en 2016.
La longitud prevista en el proyecto excede en más del 60 por ciento a la del actual puente suspendido más largo del mundo, el de Akashi-Kaikyo, en Japón.

El puente estará sostenido por cables de acero de 1.24 metros de diámetro y de cinco mil 300 metros de longitud.

Ubicado en una zona altamente sísmica, deberá además soportar terremotos de magnitud hasta de 7.1 grados Richter, como el que en 1908 destruyó a la ciudad siciliana de Messina.

Pero el proyecto ha sido rechazado por partidos políticos, organizaciones ambientalistas y científicos, que han advertido no sólo de su "inutilidad" y su fuerte impacto en el medio ambiente, sino también en relación al riesgo de que las obras sean infiltradas por la mafia.
"El puente sobre el estrecho de Messina no unirá dos costas, sino dos bandas, la Ndrangheta (mafia calabresa) y Cosa Nostra (la mafia siciliana)", declaró el presidente (gobernador) de la sureña región de Puglia, Nichi Vendola.

A fines de 2005, la Dirección de Investigación Antimafia (DIA) presentó un reporte ante el Parlamento en el que denunció el intento de la Cosa Nostra de reforzar su presencia e interferir en la realización de grandes obras de infraestructura, como el puente mencionado.

Recordó que la infiltración en el sistema de licitaciones públicas "constituye un gran interés para las bandas (mafiosas) activas en Sicilia y en otras zonas del país" y que "la gran cantidad de recursos en juego impulsa a la mafia a poner a sus hombres, incluso profesionistas preparados y competentes, en el negocio".

Actualmente, la magistratura italiana ha abierto dos indagaciones sobre el proyecto: una respecto al impacto ambiental y otra en relación a la filtración, antes de que fuera una noticia oficial, de que Impregilo sería el grupo encargado de la construcción.

Incluso la presidenta de la Confederación de Industriales (Confindustria), Emma Marcegaglia, declaró que la construcción del puente no es una prioridad, mientras la asociación de consumidores Codacons inició una campaña para que el proyecto sea sometido a un referendo. (Con información de Notimex/JOT)

domingo, 18 de mayo de 2008

Sicilia, tierra cansada

Simonetta Agnello Hornby abomina de la frase de Lampedusa "si queremos que todo siga como está es preciso que todo cambie", pero cree que "los únicos que miran al futuro son los mafiosos". Boca sellada culmina su trilogía novelesca sobre la isla.


Cuando uno es invitado a comer a su casa por la escritora siciliana viva más importante, descendiente de una familia noble de Agrigento y afincada en Londres desde los años setenta, espera un desfile de esos manjares que resumen la historia de la isla más grande del Mediterráneo: spaghetti con sardinas, involtini de pez espada, caponata (una especie de pisto de berenjenas y tomate). Sin embargo, las décadas de nieblas y frío se notan, y Simonetta Agnello Hornby (Palermo, 1945) llena la mesa de eso que los británicos llaman comida y el resto de la humanidad, alimentación de supervivencia. Pero el roast beef es la única decepción que sufre el visitante durante su encuentro con la autora de las novelas La Mennulara, La tía marquesa y



Boca sellada, que acaba de aparecer en España editada por Tusquets. Agnello Hornby es como su trilogía siciliana: inteligente y sorprendente, una persona que lucha contra los tópicos y dispuesta a enfrentarse a verdades dolorosas sin pestañear, una novelista que ha sido capaz de adoptar una mirada a la vez crítica y cercana sobre el mundo del que viene: la aristocracia siciliana.



Abogada especialista en niños en uno de los barrios más duros de Londres, Brixton, y una importante jurista en el Reino Unido -llegó a presidir el Tribunal Especial de Menores durante ocho años-, Agnello Hornby empezó a escribir a los 55 años gracias a un retraso que le dejó tirada en el aeropuerto de Roma. De aquella larga estancia en Fiumicino nació La Mennulara, una historia de tintes policiacos sobre una mal avenida familia siciliana y su ama de llaves, ambientada en los años sesenta. El libro se convirtió en un éxito mundial, con cientos de miles de ejemplares vendidos en 18 idiomas.



Luego siguieron La tía marquesa, una novela clásica basada en una antepasada, una mujer rechazada por su familia y atrapada en un matrimonio desgraciado, ambientada en la Italia decimonónica, que transcurre prácticamente en los mismos años que los dos clásicos de la literatura de la isla: El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, y Los virreyes, de Federico de Roberto, una joya de la literatura italiana, que está a punto de reeditar Acantilado (Agnello Hornby considera, al igual que Leonardo Sciascia, que es la mejor novela sobre la isla). Acaba de cerrar la trilogía con Boca sellada, otro relato sobre la familia y el desamor, aunque en este caso está ambientado en la Sicilia actual, un lugar al que llegan inmigrantes en vez de irse. Son libros que saben jugar con los tópicos sin caer en ellos, que no decepcionan a los amantes de la isla (hay Mafia, familias decadentes, palacios herrumbrosos, almendros, odios, campesinos y bandidos); pero que van mucho más allá del Mediterráneo. Son obras que reflejan una vida rica y difícil, de una mujer que se casó y se divorció muy joven, se instaló en el Reino Unido y escogió dedicarse a un oficio muy duro, abogada de menores en barrios desfavorecidos, un lugar al que llegan constantemente casos terribles.


Agnello Hornby es una mujer atractiva, divertida, clara, rotunda e irónica en sus opiniones, que rara vez coinciden con lo que uno espera de una noble siciliana, tan crítica como orgullosa de sus orígenes. Habla perfectamente inglés, italiano y francés -los tres idiomas que se mezclan en su desordenada biblioteca-, le apasiona viajar y considera que la fama que conlleva haberse convertido en una escritora importante es un molesto engorro del que trata de librarse con la mayor dignidad posible. Su agradable piso del centro de Londres, a cuatro pasos de la estación Victoria, está lleno de fotos de sus dos hijos y sus cuatro nietos. Como no podía ser de otra forma, el primer tema de conversación es la Mafia. Agnello Hornby recuerda un artículo que publicó en julio de 2005 en el magazine del Financial Times. Su título lo dice todo: The fear lives on (El miedo continúa).


"El editor, que es un amigo, me pidió que escribiese sobre mis propias experiencias con la Mafia. Y tuve que mirar dentro de mí misma, buscar la Mafia en mí, que está ahí. Lo que es doloroso. Llamamos mafiositá a la cultura de la Mafia. Hace unos años, en Sicilia, tenía en brazos a mi nieto pequeño, de unos seis meses, y tocó algo y se cortó. Sus padres no estaban: mi reacción inmediata fue llamar a un amigo y preguntarle a quién conocía en el hospital. Luego vino mi hermana y me dijo que las urgencias funcionaban perfectamente. Le llevamos al doctor y todo fue bien. La Mafia crece cuando el Estado fracasa en su responsabilidad de proveer servicios. Si vas a un hospital en Sicilia lo primero que se te pasa por la cabeza es a quién conoces. Yo jamás pensé que iba a tener esa reacción".


En sus libros, sobre todo en La Mennulara, la Cosa Nostra es una presencia fantasmal, pero muy poderosa: apenas se ve, pero está en todas partes. La aparición de un padrino en una misa hace que un parroquiano se mee literalmente en los pantalones. "Siempre es así... Lo impregna todo... Cuando pones perfume en una habitación, o mal olor en este caso, está en todas partes". Desde que se fue a vivir a Londres -lo cual no quiere decir que abandonase la isla, porque allí vive su hermana, que ha convertido la casona familiar cercana a Agrigento en un agroturismo, y sigue viajando mucho, tanto que considera que sus hijos tienen la doble cultura-, los tiempos han cambiado mucho pero la Mafia no. Ha sabido transformarse para mantener su poder, esconderse para seguir presente y eso es algo que se percibe en el trasfondo de Boca sellada. "La Mafia es una organización muy inteligente, extraordinariamente hábil. Se adapta. Al principio era dirigida por gente muy poco cultivada, pero luego los mafiosos que tienen mi edad enviaron a sus hijos a buenas escuelas y se convirtieron en profesionales. Ahora tienen el mismo aspecto que nosotros, mientras que antes parecían campesinos... Son indistinguibles. Les gusta estar cerca del poder político, aunque no tenerlo directamente en sus manos porque ese poder va y viene, pero si controlas todos los gobiernos es mucho mejor. Les gusta el poder más que el dinero, que también les gusta, no nos engañemos. Tenemos un proverbio en Sicilia que dice 'tener poder es mejor que hacer el amor' y es el único lugar en el que he visto un dicho como éste. No es precisamente muy sexy... Una característica de la Mafia es su profunda relación con el territorio... Todos los sicilianos tenemos esa relación, pero es curioso cómo los más poderosos jefes de la Mafia, como Provenzano, prefirieron quedarse en su territorio, aunque fuese en circunstancias muy incómodas".
"Nada puede cambiar a no ser que sea por la voluntad del Estado, si las cosas funcionasen bien en Sicilia la Mafia no podría existir", prosigue. "Necesitamos un lugar en el que puedas encontrar un trabajo sin contactos, en el que vayas a una oficina y el empleado cumpla con su deber, necesitamos un sistema en el que no haya corrupción. En enero estaba hablando con amigos en Sicilia y en un momento dado dije, y tal vez no debí hacerlo, 'todos vuestros hijos, que son brillantes profesionales, han conseguido trabajos a través de los contactos familiares o de los contactos políticos'. Y se produjo un tremendo silencio. Estamos hablando de ingenieros, de altos profesionales, de abogados que en la Sicilia de hoy no encuentran trabajo si no es a través de contactos. Eso es Mafia. Es la mafiositá".
Su trilogía siciliana, escrita en apenas seis años, toca tres periodos muy diferentes: el siglo XIX y la decadencia de una clase social, la aristocracia borbónica, los años sesenta del siglo pasado con la decadencia completada, aunque la nobleza sigue agarrada a lo que fue, y el presente, un mundo moderno, al que por fin ha llegado Europa, pero que en algunos momentos sigue anclado en el universo lampedusiano. Pero hay dos temas que se repiten de forma constante: la familia, muchas veces como un espacio en el que se producen situaciones terribles, y el amor, generalmente desdichado. "¿Por qué la familia y el amor? Porque es la vida, mi vida. Me gusta la familia, soy abogada de familia. Creo que soy una persona feliz, tengo problemas, pero amo la vida, he pasado por muchas dificultades, pero la vida es así. El mensaje que trato de transmitir es que nada es blanco o negro, y también que pueden ocurrir cosas terribles, como el incesto, que aparece en Boca sellada. En mi vida, a causa de mi trabajo, he visto cosas horribles. La familia de La Mennulara en el fondo es muy normal, porque cuando miras a fondo cualquier familia aparecen estas cosas. Mi madre, que es mi mejor editora, censora y lectora, cuando terminé La tía marquesa me dijo: 'Es una historia terrible, ¿no puedes hacerla un poco más feliz?'. Le respondí que no. Y me dijo: '¿Los Agnellos son realmente tan malos?' (risas). Cuando te introduces en una familia son todas horribles, pero nos olvidamos. Es en lo que nos ha convertido la vida. Toda familia tiene sus secretos, sus dramas...".
Pero los dramas familiares que aparecen en su obra no están tomados sólo de Sicilia, sino que, camuflados, emergen los casos que ha tratado en su vida de jurista. "En La Mennulara, por ejemplo, la violación es algo a lo que me he enfrentado muchas veces a través de mis pequeños clientes. Fue algo fácil de escribir, horrible, pero fácil. En La tía marquesa la escena de violencia de la madre hacia su hija es algo que me habían descrito personas que lo habían sufrido. Mi trabajo está allí, tiene que estar allí. No sabe usted la cantidad de veces que me he enfrentado a matrimonios infelices no consumados en la clase media inglesa. Tengo una enorme experiencia de esas cosas, es mi trabajo".
Sin embargo, resulta difícil que la conversación permanezca mucho tiempo fuera del Mediterráneo. Al final, las palabras regresan al lugar en el que nacen sus libros, la isla y su infancia.
Simonetta Agnello Hornby nació en 1945, al final de la II Guerra Mundial (aunque en Sicilia el conflicto acabó en 1943, con el desembarco aliado, dejando paso a un mundo de profunda pobreza, de bandidos y convulsiones sociales, en el que la Mafia creció como una hidra). El escenario de su infancia es Agrigento, una ciudad del centro-sur de la isla, actualmente conocida por el Valle de los Templos (un conjunto de monumentos helénicos Patrimonio de la Humanidad de la Unesco), pero en aquellos años de pobreza era una tierra de minas de azufre y Mafia despiadada. El medio en el que creció era la baja nobleza siciliana. "Tuve una infancia muy extraña. No fui al colegio hasta los 11 años porque mi padre decidió vivir en Agrigento, que es la ciudad de mi madre, mientras que el resto de la familia vivía en Palermo. Estábamos aislados y éramos la familia prominente. Veíamos a otra gente pero, nosotros, los niños, no nos mezclábamos con ellos. Tuve una niñera húngara. Un profesor venía todas las mañanas una hora y media. Y pasaba el resto del día jugando, pintando. En verano venía toda la familia. Recuerdo que una vez me chocó que una amiga de mi madre fuese llamada 'señora' porque toda la gente que conocía tenía un título. Es extraño. Nadie trabajó en mi familia. Leía libros sobre gente cuyos padres trabajaban y no sabía lo que significaba. Es difícil de explicar: no entendía qué eran los festivos. Los días eran todos iguales. Había muchos miedos, porque estaba Giuliano y los bandidos. Mi padre era un hombre muy interesante. Fue un marido realmente muy malo y tampoco puedo decir que fuese un buen padre, pero le queríamos. Era un igualitario, no estaba a gusto en su posición: no podía trabajar, porque los hijos de los barones no trabajaban, no quería hijos ni quería casarse, pero se casó porque amaba a mi madre. Nacimos porque a mi madre le dijeron que no iba a poder tener hijos. Y siempre nos dijo que teníamos que trabajar, parece normal, pero decírselo a una hija en aquel mundo era extraordinario. Nos pidió que no nos casásemos nunca y que no tuviésemos hijos. Su teoría es que pertenecíamos a una clase destinada a desaparecer, que había demasiados habitantes en el mundo, que no tenía sentido reproducirse. Realmente nos quería. Tenía esa vida en la que nadie trabajaba, esa extraña infancia. Cuando estábamos en el campo nos dejaba jugar con los hijos de los campesinos y nos obligó a hablar siciliano. Tuvo problemas con la Mafia, que estaba allí todo el tiempo".
Es inevitable que El Gatopardo, el clásico entre los clásicos sobre Sicilia, publicado hace 50 años y convertido en película por Visconti, que creó una de las obras cumbre del cine europeo, aparezca en la conversación. De pequeña, Agnello Hornby conoció a Giuseppe Tomasi de Lampedusa, que era amigo de un tío abuelo suyo -"si conocer es decir 'buenos días príncipe, buenas noches príncipe', puedo decir que le conocí", afirma-. Sin embargo, esta escritora se muestra muy dura con El Gatopardo, un libro con el que parece mantener una relación de amor / odio y al que pertenece este fragmento: "En Sicilia no importa hacer mal o bien: el pecado que nosotros los sicilianos no perdonamos nunca es simplemente el de 'hacer'. Somos viejos
... muy viejos. Hace por lo menos 25 siglos que llevamos sobre los hombros el peso de magníficas civilizaciones heterogéneas, todas venidas de fuera, ninguna germinada entre nosotros, ninguna con la que nosotros hayamos entonado. Somos blancos, como lo es usted y como la reina de Inglaterra; sin embargo, desde hace dos mil quinientos años somos colonia. No lo digo lamentándome: la culpa es nuestra. Pero estamos cansados y vacíos. (...) El sueño, querido Chevalley, el sueño es lo que más desean los sicilianos y siempre odiarán a quien les despierte".
Preguntada por este pasaje, uno de los más célebres del libro, responde (no sin antes hacer una excursión al horno, que la aleja por unos momentos a miles de kilómetros del Mediterráneo hasta el roast beef). "Tiene razón: somos una nación muy cansada. He leído El Gatopardo varias veces, creo que está bien escrito y que permanecerá como uno de los grandes libros italianos del siglo XX, pero no el mayor. Con el tiempo, algunos libros se desinflan... Lampedusa se basó en la única gente que conocía, los aristócratas, aunque los únicos en Sicilia que miran hacia el futuro son los mafiosos. Esta novela es una generalización y es indolente".
PREGUNTA. ¿Pero no cree que este pasaje contiene muchas de las claves de Sicilia?
RESPUESTA. Creo que se han dicho muchas tonterías sobre el pasado griego de Sicilia. Si uno va a Grecia, ¿piensa alguna vez en la cultura clásica? No, ha desaparecido... Creo que la auténtica naturaleza de los sicilianos, los sicani, está en Oriente Próximo. Me encuentro completamente en casa en el mundo árabe. Los griegos fueron colonias, que estaban en la costa. Nunca hubo granjeros griegos. Los sicilianos somos gente de tierra, somos campesinos, de secano. Los griegos no llegaron al interior. Creo que el auténtico periodo siciliano es bizantino.
P. ¿Y los normandos, que en la Edad Media crearon un reino que, mezclando el mundo musulmán y el cristiano, se convirtió en una de las culturas más fascinantes de Europa?
R. Estoy hablando de la gente. Los bizantinos realmente vivieron allí y tenemos sangre bizantina. Los normandos vinieron y crearon una cultura maravillosa, pero se limitó a Palermo. Nunca fuimos realmente conquistados por ellos. Las civilizaciones que nos dominaron nos transmitieron el sentimiento de que éramos una colonia, y también nos dieron un sentimiento de pasividad, algo que ocurre con otros pueblos que han sido dominados.
P. Y luego vinieron los españoles, que acabaron de fastidiarlo todo...
R. Y luego llegaron ustedes, efectivamente. En realidad, nunca nos quisieron. El rey sólo vino una vez, en el siglo XVIII. Yo vengo de la aristocracia, que es lo peor en todas partes, pero aquí es el doble de mala. Porque tenemos la aristocracia y además el feudalismo, con lo que desempeñábamos un papel en la estructura de poder. Vivían sólo de la pompa. Mi familia es borbónica y es un tema sobre el que he leído mucho. La tragedia es que hay mucho escrito sobre Sicilia, pero la inmensa mayoría ha sido por extranjeros, no por sicilianos. Tiene que haber una razón. El verdadero desastre para Sicilia fue la conquista por parte de los italianos y Garibaldi, porque coincidió con el principio de la Mafia tras la abolición de los feudos. Lo que ocurrió es que, en el feudalismo, los dueños de la tierra se ocuparon de mantener el orden. Había un sistema de justicia e incluso mandaban a la gente a prisión. Y, a causa de que eran unos vagos o estaban en Palermo esperando al rey que nunca venía, transfirieron el poder a los capataces. En 1812, con la nueva Constitución y la abolición del feudalismo, pudieron vender las tierras. Pero los capataces ya no tenían el poder institucional así que tuvieron que buscar nuevos poderes al margen del Estado. Con mucha inteligencia ayudaron a los luchadores por la unidad de Italia y les proporcionaron transporte y traductores. Cuando vino Garibaldi, confió en ellos para la creación de un sistema político e institucional. La Mafia ya controlaba el Gobierno, desde el nacimiento de Italia... Lo que ocurre con Forza Italia es un déjà vu...
P. O sea, que todo tiene que cambiar para que todo siga siendo lo mismo...
R. Es una tontería de Lampedusa, aunque sea un buen aforismo. Es sentido común. Era un hombre muy desagradable, que trataba a la gente que no perteneciese a la aristocracia como inferior y eso es algo que no puedo aceptar. No trabajó un solo día en toda su vida. Pero hay una cosa que me molesta especialmente, que creo que aparece en la biografía de David Gilmour (El último Gatopardo, publicada en España por Siruela): Lampedusa, después de la guerra, fue nombrado presidente de la Cruz Roja en Sicilia. Y no hizo nada. Eso es algo que no puedo perdonar a nadie. Sicilia era muy pobre después de la II Guerra Mundial y, a pesar de estar muy bien pagado, no hizo nada.
Después de comer, Agnello Hornby enciende una pipa y ofrece un estupendo café, espeso y contundente. Habla de sus amigos londinenses, de cómo ha cambiado la ciudad desde los atentados del 7-J de 2005, de Brixton, el principal barrio del sur de Londres, de población mayoritariamente de origen caribeño, de las revueltas de los años setenta, durante las que fue destruido su despacho. Relata con humor -es una narradora estupenda, tanto cuando habla como cuando escribe- los cambios que ha padecido desde que se convirtió en una escritora famosa y muestra en el ordenador el principio de su nuevo libro, escrito en inglés y ambientado en Londres: su título es There's nothing wrong with it (no hay nada malo en ello) y habla de abusos a menores. La tarde sigue lluviosa y por las ventanas entra la luz agotada de la primavera londinense. Sicilia parece muy lejana. Pero la fuerza y la ironía, la inagotable lucha con la historia y las tradiciones que Simonetta Agnello Hornby transmite arrastra sus palabras hasta esa tierra cansada del sur de Europa. Pero por eso ella no es lampedusiana: porque ha luchado toda su vida para despertar del sueño y enfrentarse a la realidad. Su trilogía, su propia vida, su discurso son una prueba de que lo ha conseguido.
Boca sellada. Simonetta Agnello Hornby. Traducción de Carlos Gumpert. Tusquets. Barcelona, 2008. 313 páginas. 19 euros. La Mennulara. Tusquets, 2003. La Magrana, 2003 (en catalán). Círculo de Lectores, 2004. Quinteto, 2006. La tía marquesa. Tusquets, 2006. Círculo de Lectores, 2006.

martes, 13 de mayo de 2008

El italiano Bennatti gana la tercera etapa del Giro de Italia

El italiano Daniele Bennati (Liquigas) se llevó al sprint la tercera etapa del Giro ciclista de Italia, este lunes en Milazzo (sur), mientras que su compañero Franco Pellizotti conserva la "maglia rosa" de líder tras recorrer los 221 km de esta última etapa en Sicilia.


El toscano Bennati se lanzó al sprint desde lejos, imponiéndose en una larga curva a los alemanes Erik Zabel (que lo siguió de muy cerca) y Danilo Hondo.


En esta etapa, en la que se rodeaba el volcán Etna por su parte más septentrional, una escapada de seis corredores (Roy, Buffaz, Chiarini, Brutt, Jurco y Seeldrayers) abrió la carrera a 29 kilómetros de la meta.


Una caída faltando 20 km para la llegada provocó el abandono del australiano Bradley McGee (que vistiera la malla rosa en 2004), quien sufrió fractura de la clavícula, al igual que su compatriota Stuart O'Grady (CSC), que llegó ocho minutos después que el pelotón, pero tras lograr completar la etapa tuvo que abandonar la competición.


Al día siguiente de su éxito en la etapa de Agrigento, el italiano Riccardo Ricco también vio peligrar su continuidad en la ronda italiana, tras una caída colectiva al pasar por Mesina, faltando aún unos 70 km para la meta.

Ricco, del que se piensa que sufre una fractura en el dedo índice de su mano izquierda, pudo volver al pelotón pocos minutos después.
Una vez más, el trazado siciliano ha sido criticado a causa de la serie de caídas, consideradas excesivas.

Bennati, de 27 años de edad, por su parte, obtuvo su primer triunfo en una etapa del Giro, aunque el año pasado ya ganase dos del Tour francés y tres de la Vuelta española.


Sobre el final de la etapa, el ciclista "local", Vincenzo Nibali, también conocido como "el tiburón del estrecho" (de Mesina), intentó la hazaña en su feiudo, pero fue perseguido y bien neutralizado por los compañeros de equipo de Danilo Di Luca (LPR), el ganador de la edición 2007 del Giro, quien se comporta claramente como el "patrón" de la carrera.
Entre los ciclistas latinoamericanos, los mejor ubicados en la etapa fueron el colombiano Marlon Pérez (8º) y el brasileño Luciano Pagliarini (11º).

Tras la llegada a la localidad de Milazzo, el pelotón del Giro, que cuenta a Pellizotti como líder, se trasladó hacia el continente para la disputa de la cuarta etapa, el martes en la región de Calabria, entre Pizzo Calabro y Catanzaro Lungomare, con un recorrido total de 183 km.
Los velocistas se verán favorecidos por el trazado de la etapa, a pesar de la existencia de una cima de tercera categoría que puede deleitar a los grandes escaladores.

Riccó se impuso en la segunda etapa del Giro italiano

El corredor de Saunier Duval, Riccardo Riccó, se llevó al sprint la segunda etapa del Giro 2008, con salida de Cefalú y llegada a Agrigento (Sicilia), de 207 kilómetros de recorrido, una etapa en la que el español Joaquim Rodríguez se quedó con la miel en los labios, Igor Astarloa no tomó la salida, el estadounidense Zabriskie tuvo que abandonar tras una aparatosa caída y hubo cambio de líder.

La Cobra Riccó fue el más rápido del grupo de cuatro corredores que superó en los últimos cincuenta metros al español Joaquim Rodríguez, escapado en la segunda vuelta al circuito final, mientras que Pellizotti arrebató la maglia rosa a Christian Vandevelde, del Slipstream-Chipotle, por sólo un segundo. Con una treintena de kilómetros recorridos, se registró la escapada de suizo David Loosli y del francés Jeremy Roy, quienes permanecieron fugados hasta el kilómetro 155, con una ventaja que llegó en su punto máximo a la decena de minutos. La fuga, curiosamente, se vino abajo por orden del director deportivo del Lampre, Beppe Saroni, quien ordenó a Loosli parar ante la falta de colaboración que empezaba a mostrar Roy.

El pelotón llegó compacto a los últimos kilómetrosEl grupo ya se mantuvo compacto hasta los últimos kilómetro. La llegada de las primeras cuestas, a unos 3,5 kilómetros del final, vieron activos tanto al Alberto Contador como al campeón español Joaquín Rodríguez, quienes se mostraron en todo instante en la zona de cabeza de un grupo que, poco a poco, empezó a perder integrantes. Precisamente, tras un primer intento de Leonardo Piepoli (Saunier Duval) de preparar la llegada a su compañero Riccó, llegó una inmediata respuesta de Joaquín Rodríguez que pareció iba a darle la victoria en la etapa, al ponerse el español por delante con una ventaja de cuatro segundos.

El sueño de Rodríguez terminó a tan sólo una cincuentena de metros de la línea de meta, cuando fue pasado por un quinteto de corredores que se jugaron la victoria. El más rápido de ellos fue Riccó, de 24 años y que precedió en la línea de llegada a sus compatriotas Danilo Di Luca, Davide Rebellin, Franco Pellizotti y Paolo Savoldelli.

El italiano Riccardo Ricco gana la segunda etapa del Giro

El ciclista italiano Riccardo Ricco (Saunier Duval) ganó este domingo la segunda etapa del Giro de Italia, un recorrido de 207 kilómetros de norte a sur de Sicilia con meta en Agrigento, donde su compatriota Franco Pellizotti (Liquigas) se enfundó la malla rosa de líder.
En un reñido 'sprint', Ricco superó a sus compatriotas Danilo Di Luca, Davide Rebellin y Pellizotti.
El ganador, una de las grandes bazas del ciclismo italiano, había dado alcance a unos 50 metros de la meta al campeón de España, Joaquim Rodríguez, que había atacado a falta de un kilómetro, en la parte con más inclinación del ascenso final.
Los italianos Paolo Savoldelli y Leonardo Piepoli se lanzaron en su persecución, para beneficiar a sus respectivos líderes (Di Luca y Ricco), terminó con Rodríguez, que al final terminó sexto de la etapa.

Ricco, de 24 años, declaró al tomar la salida del Giro en Palermo que aspiraba a ganar la carrera un año después de haber sido sexto en la general. En Agrigento, consiguió su segunda victoria de etapa en el Giro después del de las Tres Cimas de Lavaredo el año pasado.
El estadounidense Christian Vande Velde, que vestía la malla rosa tras la primera jornada, se quedó atrás en el último ascenso que serpenteaba sobre el célebre valle de los Templos para llegar hasta Agrigento.

Su compañero de equipo, el estadounidense David Zabriskie, abandonó a unos 60 kilómetros de la llegada al sufrir una caída mientras que el español Igor Astarloa, campeón del mundo en 2003, no pudo tomar la salida en Cefalu por enfermedad.

El lunes, la tercera etapa y última en Sicilia da un rodeo por el norte del Etna yendo desde Catania hasta Milazzo (221 km).

El Giro llega hoy por tercera vez en su historia a Agrigento

Cefalú es la sede de salida de la primera etapa en línea de la carrera rosa. Es el debut de este espléndido centro, que surge sobre una altura dominada por una imponente formación rocosa con los restos de un templo, como sede de una etapa en la centenaria historia del Giro.

La presencia del Giro pretende constituir también un homenaje a Cefalú, afectada por graves incendios forestales provocados el verano pasado.Se encuentra a aproximadamente a 70 kilómetros de Palermo, en dirección hacia Messina, en el Parque de las Madonie. Es una de las principales “perlas” turísticas de Sicilia con su larga y suave playa rodeada de verde. La Catedral normanda, encargada por Rogelio II en 1131 y situada en el centro de la característica y compacta población, presenta el recinto sagrado en forma de terraza, cercado por un enrejado y con una bonita fachada entre dos torres.

En el interior, se encuentran maravillosos mosaicos bizantinos con el fondo de oro y escritos en griego y en latín. Cefalú conserva también una pintura de Antonello da Messina en el Museo Mandralisca.Un lugar muy visitado, en los alrededores de Cefalú, es el Santuario de Gibilmanna, el cual se encuentra en una posición absolutamente panorámica.El perfil altimétrico de esta primera etapa en línea es bastante movido, con muchas subidas y bajadas.El escenario por el que se desarrolla, con el paisaje que lo caracteriza, es el del grupo montañoso de las Madonie, afrontando el primer gran premio de montaña en la localidad de San Giovanni di Gratteri y luego pasando por Isnello, Caltavuturo y Valledolmo. Se entra en la provincia de Caltanissetta y, después de Villalba, el segundo gran premio de montaña en Polizzello, en la localidad de Quattro Finaite, ayuntamiento de Mussomeli, posteriormente se dirige a Serradifalco.

Aquí la carrera rosa recuerda al escritor Andrea Camilleri y sus historias vinculadas a la bicicleta, en la época de la segunda guerra mundial, en la cual se dedicó a la búsqueda de su padre.Toda la etapa se denomina “Montante-Camilleri” y tiene la meta volante situada justo frente a la casa donde vivió el escritor.Se llega a la provincia de Agrigento por Canicattì, Castrofilippo, Favara y, finalmente, la ciudad de los templos. El final de la etapa prevé una vuelta por el mismo circuito del campeonato del mundo de 1994, donde conquistó el maillot arco iris, en la misma meta, el francés Luc Leblanc frente a Claudio Chiappucci y Richard Virenque.Hablando de antecedentes, el Giro de Italia estableció su meta aquí en 1965, con la victoria de Guiro Carlesi, en 1982, con Moreno Argentin y en 1993, con Bjarne Riis.

Agrigento, con su historia milenaria, tanto en su centro como en el territorio circundante, reúne motivos de interés histórico, cultural y arqueológico particulares que la caracterizan de una forma especial, con un valor singular y específico, a través de las etapas históricas de las diversas épocas.Es de interés universal el famoso “valle de los templos” con los restos de los templos de la Concordia, de Castor y Pólux, de Júpiter y otros muchos.El gran Luigi Pirandello, premio Nobel de literatura, es de Agrigento.Un espectáculo natural que se repite cada año es el del florecimiento de los almendros que, todavía en invierno, anuncia ya la primavera.Agrigento ha tenido como bautismo la salida del Giro de Italia en 1999, con la etapa Agrigento-Modica, la cual ganó Ivan Quaranta.Fuente: Giro de Italia

Valverde gana primera etapa en el Giro de Italia en Sicilia

PALERMO, Sicilia (AP) - El estadounidense Cristian Valverde y su equipo Slipstream-Chipotle ganaron el sábado la primera etapa del Giro de Italia en Palermo.

Cinco ciclistas con el equipo estadounidense cruzaron la línea juntos, con Vandevelde entrando con una bicicleta de ventaja a la conclusión de las pruebas por equipos de 23,6 kilómetros. Slipstream, que también ganó la por equipos en la Vuelta de Georgia el mes pasado, finalizó en 26 minutos, 32 segundos. El equipo CSC finalizó 6 segundos detrás, en segundo puesto, mientras que High Road fue tercero, siete segundos detrás.
Vandevelde es el primer estadounidense en llevarse la legendaria camiseta rosada en el Giro desde que Andy Hampsten ganó dos etapas en 1988 en camino al cetro.
LPR Brakes, el equipo del campeón defensor Danilo Di Luca, estaba a 28 segundos del líder, el sexto puesto.


"Nosotros logramos el tiempo que queríamos", dijo Di Luca. "Nosotros sabíamos que Slipstream era el equipo a vencer y nuestro objetivo era llegar en 27 minutos, y o hicimos".
El equipo Astana, que tiene dos de los favoritos pre carrera en Alberto Contador y Andreas Kloden, finalizó un segundo detrás de LPR.

El Giro continúa en Sicilia el domingo con una etapa de 207 kilómetros desde Cefalu a Agrigento. La etapa concluye con una subida de 4 kilómetros que casi seguramente va a costar a Vandevelde la camiseta de líder, pues Di Luca, Contador y los otros buenos escaladores van a tratar de recuperar el terreno perdido.

El volcán Etna de nuevo en erupción tras varios meses de inactividad

La nueva erupción comenzó a primeras horas de la tarde, en el cráter sur-este del Etna. De la boca salen cenizas y lava incandescente lanzadas a varios centenares de metros de altura. La colada de lava discurre por el desértico Valle del Bove, una de las faldas del Etna, lejos de las zonas pobladas o de los centros deportivos.

La erupción, de momento, no es visible en Catania, la parte oriental de Sicilia, debido al mal tiempo en la zona. Antes de la erupción, hacia las dos de la tarde local (12.00 gmt) los aparatos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania comenzaron a registrar un fuerte temblor en los conductos internos del Etna y hacia las tres local (11.00 gmt) comenzó la actividad.

Desde el pasado dos de mayo los vulcanólogos han venido notando pequeños temblores en los conductos del Etna, por lo que la erupción de hoy no les ha pillado de sorpresa, según fuentes de Protección Civil, que precisaron que de momento está todo bajo control y no se teme por la población civil.La última erupción del Etna fue a principios del pasado mes de septiembre. La explosión generó una nube de cenizas que alcanzó, debido a los vientos, las poblaciones cercanas de Milo, Giarre y Fornazzo y obligó a cerrar durante la noche el cercano aeropuerto de Catania. EFE

Comienza el Giro 2008 en Sicilia

Con el mes de mayo llega el Giro de Italia. El ciclismo recobrará una particular emoción. Se pone en marcha hoy en Palermo (Sicilia), al sur de la península italiana, para proseguir con dirección al norte, tocando los mares Tirreno y Adriático, y para concluir como siempre en la ampulosa capital de Milán, tras salvar la región alpina, hito de múltiples hazañas llevadas a cabo en especial por ciclistas de otros tiempos.

Angelo Zomegnan, el actual y dinámico director del Giro, ha cumplido con la promesa que formuló hace tres años, cuando tomó la tutela de esta competición, que celebra ahora su 91ª edición. Aseguró que en el período de tres años trataría a toda costa de que “su carrera” pisara todas las regiones de su país en homenaje a la diversidad de sus gentes.

Su objetivo ha supuesto en una palabra satisfacer a los entusiastas aficionados de este duro deporte que ha reunido y reúne Italia desde aquellas épocas de antaño y casi de leyenda protagonizadas por Fausto Coppi y Gino Bartali, inolvidable campeones del pedal. Fueron los que dieron emotividad al deporte ciclista.

Cabe recalcar que aparte de la visita a la República de San Marino, la carrera se infiltrará esta vez en territorio suizo con la etapa Sondrino-Locarno, una etapa que pesará en la balanza de los esfuerzos. Se ha dicho que el Giro no tiene la aspereza de ediciones anteriores. Puede ser que haya algo de verdad en el juicio.

Pero su identidad global, su esencia, vendrá a ser la misma que hemos conocido en su pasado.

Por de pronto, anotamos cuatro jornadas con sendas llegadas en alto, lugar de emplazamiento de la meta. Señalemos las cimas de Alpe di Pampeago (14ª etapa), Fedaia-Marmolada (15ª), Plan de Corones (16ª) y el Monte Pora (19ª); sin olvidarnos tampoco de la etapa Rovetta-Tirano (20ª), colocada en el penúltimo día y en la cual se afrontarán de una tacada los pasos del Gavia/cima “Coppi”, del Mortirolo y del Aprica. Todo un conglomerado de dificultades en una jornada solemne, dantesca.

Nos llama la atención la inclusión de cuatro sectores de contrarreloj. El primero de ellos bajo la modalidad por equipos, de 28,5 kilómetros, alrededor de la histórica ciudad de Palermo. Días más tarde, habrá una cronoescalada de 13,8 kilómetros, con un porcentaje medio del 7,9 %, una cifra que se hará notar. Las otras dos restantes finalizarán en Urbino y en Milán, esta en plena apoteosis final. Todo ello significará sumar la totalidad de 102 kilómetros cubiertos contra las manecillas del reloj como único juez severo. El Giro reunirá un conjunto de 198 participantes, repartidos en 22 escuadras de nueve ciclistas cada una. La prueba italiana trata por todos los medios de recuperar el prestigio que tuvo en otros tiempos.

La máxima popularidad, todos lo sabemos, se la lleva el Tour de Francia. Las restantes pruebas por etapas pretenden siquiera seguir sus pasos, conquistar su alta reputación internacional, un sueño imposible. Se ha logrado, tras no pocos esfuerzos, reunir a corredores de alta cotización. El italiano Di Luca, por ejemplo, intentará reeditar su triunfo del pasado año, cosa un tanto complicada. Entre sus compatriotas destacan Savoldelli, Rebellin, Simoni, Piepoli, Ricco e incluso Bettini. Se ha descartado la valiosa candidatura de Damiano Cunego, que ha preferido renunciar y reservarse para el próximo Tour.

De entre los extranjeros, querrán probar fortuna, los rusos Menchov, Karpets y Efimkin, el alemán Klöden, el estadounidense Leipheimer, el colombiano Soler y el español Alberto Contador, que ha sido llamado a última hora para participar en la ronda italiana. Los organizadores han querido dar un golpe de efecto mirando de revalorizar la carrera. Saben de sobras que el nombre de Contador crea, vaya donde vaya, una aureola de indudable fulgor. Para el corredor madrileño, creemos, será una papeleta un tanto comprometida. Los españoles alinearán un total de veintidós unidades, lo cual no está del todo mal. Esperemos que nos deparen alguna que otra gesta.

Es lo que en realidad se persigue. ¿Y quiénes nos van a representar y defender en los confines transalpinos? Nombremos, aparte de Contador que siempre es noticia, a algunos que acaparan una especial atención. Son, en nuestra elección, Koldo Fernández, Iñigo Landaluce, David Cañada, Juan Manuel Gárate y Joaquín Rodríguez. Tiempo habrá en este Giro de Italia para que podamos valorar adecuadamente sus prestaciones. Mientras, conservemos nuestra esperanza, nuestra confianza. Los kilómetros nos traducirán la realidad de los acontecimientos. Gerardo Fuster de Carulla.

sábado, 3 de mayo de 2008

Javier y Rosa María Sardá se van de vacaciones a Sicilia

Sicilia será el destino de la entrega de hoy del programa de viajes 'Dutifrí, que se emite en Telecinco a partir de las 00.45 horas. Una excursión en familia que tiene más que asegurada el buen humor.

A la sombra del Etna, un volcán que está siempre en actividad, la isla que está justo frente a la punta de la bota de Italia ha sido la cuna, entre otras cosas, de las más famosas historias sobre la mafia.
Después de visitar el mítico pueblo de Corleone, Javier Sardá y su hermana Rosa María escenificarán en un divertido gag el reencuentro de un gangster con su mamma.
El presentador de Dutifrí visitará las catacumbas de Palermo -en la que miles de cadáveres se alinean colgados de las paredes- y conocerá al famoso cocinero Giovanni Rana. Durante la visita, algunos españoles le contarán cómo transcurre su vida en una isla cargada de tradición e historia.
Palermo, capital de la isla, y Catania durmiendo bajo el volcán, siempre rivales; Siracusa, Agrigento y su valle de templos griegos; la tranquila Ragusa, Cefalú con sus playas y su catedral normanda; Monreale mezcla de artesanía árabe y normanda; Taormina y la panorámica del teatro romano con el Etna de fondo; Mesina y el estrecho que separa la isla de Italia son otros lugares que visitar.

Bernardo Atxaga gana en Italia el Premio Mondello de Literatura

La novela 'El hijo del acordeonista' de Bernardo Atxaga ha sido galardonada con el Premio Mondello de Literatura-Ciudad de Palermo a la mejor obra extranjera, ha anunciado hoy su editorial, Alfaguara.El jurado de la 34 edición del premio ha estado presidido por el rector de la Universidad de Milán, Gianni Puglisi, e integrado profesores de literatura extranjera y comparada de las principales universidades italianas.Bernardo Atxaga recibirá el galardón el próximo 24 de mayo en Palermo (capital de Sicilia).

El Premio Mondello distingue anualmente al mejor autor italiano, a la mejor novela de un escritor extranjero, a la mejor obra poética extranjera, a la mejor obra de un autor novel y a la mejor traducción de una obra extranjera.El premio se creó en 1975 y es uno de los galardones literarios más prestigiosos y de mayor proyección internacional de Italia, ha explicado Alfagura.Atxaga se une en el palmarés del premio a destacados autores internacionales, entre los que destacan los premios Nobel de Literatura, como Josef Brodskji, Doris Lessing, Günter Grass, Octavio Paz, José Saramago, V.S. Naipaul, Kenzaburo Oe y J.M.Coetzee.

Entre los ganadores del Premio Mondello se encuentra también el escritor español Javier Marías, quien lo obtuvo en 1998 por 'Mañana en la batalla piensa en mí'.Es la segunda vez en lo que va de año que Bernardo Atxaga obtiene un premio italiano, ya que en enero pasado 'El hijo del acordeonista' fue distinguido con el Premio Grinzane Cavour a la mejor novela extranjera.'El hijo del acordeonista', publicada en 2004, cuenta la historia de dos amigos, Joseba y David, el hijo del acordeonista, desde los años treinta hasta finales del siglo XX.

La Terra Trema

Se cumplen ahora 60 años del rodaje de La terra trema, película filmada por Luchino Visconti en paisajes naturales de Aci Trezza, un puertecito pesquero de Sicilia. Tras tantos años, y habiendo arruinado el tiempo tantas cosas (entre ellas el ideario político entonces compartido por Visconti), el espectador seguirá sintiéndose conmovido ante este Episodio del mare, subtítulo de la película, al que deberían seguir dos nuevos episodios, nunca realizados, uno relativo a los mineros y otro a los agricultores.

Se ha escrito con razón que los habitantes de Aci Trezza fueron, además de protagonistas, casi guionistas, puesto que Visconti no sólo respetó absolutamente el habla lugareña, sino que recogió las conversaciones espontáneas de sus ocasionales "actores". Luchino Visconti era un milanés alejadísimo por su condición social de sus modelos y protagonistas meridionales, pero sin embargo parece hacer su narración desde las propias entrañas. No se trata de una particular ascesis por identificarse al otro; de alguna manera su sensibilidad era entonces ampliamente compartida. Pues en el mismo Norte industrioso, la moral social ambiente, hacía que el Mezzogiorno fuera percibido como una suerte de Italia secuestrada que, de liberarse, se revelaría en todo el esplendor de una profunda, arcaica y esplendorosa civilización; civilización sellada por lo elemental e inevitable, por lo que es común al ser humano en toda circunstancia. De ahí el interés de Visconti por poner el énfasis en la losa económica y social que perturba hasta la corrupción la vida de unos pescadores que son como paradigmas del lazo, siempre conflictivo y hasta trágico, que el hombre mantiene con la naturaleza.

En el año en que la película se rueda, el Mezzogiorno se hallaba sumergido en una profunda postración que se prolongó en la década siguiente, incrementando el abismo respecto al Norte fabril, hacia el que los meridionales se veían obligados a desplazarse. Exilio que el propio Visconti describiría en términos punzantes en esa tragedia urbana que fue Rocco y sus hermanos.
Pues bien: en la Italia septentrional, en las últimas elecciones italianas La Liga Norte ha obtenido un impresionante triunfo. Triunfo en amplias zonas rurales o semirrurales del Piamonte, el Veneto o Lombardía, mas también en ciudades que otro tiempo encarnaron los idearios de emancipación social: así en el Turín de Cesare Pavese (poeta de vida y muerte trágicas, exiliado por el fascismo) y en el propio Milán de Luchino Visconti.

Triunfo de la Liga alcanzado restaurando, es decir, poniendo al día, los argumentos con los que ya se abrió camino hace tres lustros. Pues el discurso de la Liga se limita hoy a ampliar el espectro de aquellos a los que se arroja a los pies de los caballos. Y para ello aprovecha incluso el sentimiento de los que fueron sus primeras víctimas, a saber, los que, considerándose italianos, son hoy presa de un sentimiento cotidiano de inseguridad, inquietud por el futuro económico y temor a una dilución de la propia identidad. Se trata de que vuelquen sobre alguien más débil esta carga (en realidad oculto resentimiento para los gestores y alcahuetes de un orden que, efectivamente, convierte muchas veces su vida en un pozo), y este ser más débil no puede ser otro que el inmigrante. Lo cual no es óbice para que el discurso tradicionalmente insultante de la Liga respecto a la población meridional prosiga.

Pues en todo el Norte se oyen hoy impúdicas voces de responsables proclamando explícitamente el carácter intrínsecamente ladro del carácter meridional. En la ex comunista periferia milanesa, en la otrora roja Vicenza, y hasta en el Murano del que salieron obreros voluntarios para la guerra de España, será fácil escuchar en público parecidas frases vejatorias para una entera fracción del pueblo italiano.

¿Qué ha sido de nosotros, cabe preguntarse, para que tal cosa ocurra? Y digo de nosotros porque, dirigiendo el tiro a la víctima más débil, el ex comunista alcalde de Roma, se despachó el pasado invierno (aprovechando, eso sí, un traumático crimen) con un anatema sobre el conjunto de la comunidad de rumanos, llegando a afirmar (cito de memoria) que "antes de la llegada de estos emigrantes, Roma era la ciudad más segura de Europa", lo cual es simplemente falso; falsedad, de la cual el señor Veltroni era perfectamente consciente, lo que la convierte en llana mentira.

Su oportunista cruzada contra los inmigrantes no ha servido de nada al señor Veltroni, entre otras cosas porque sus todavía compatriotas de la Liga Norte le han tomado la delantera, lanzando el más despiadado ataque explícitamente xenófobo al que se haya asistido en la Europa comunitaria desde su fundación. Lejos está desde luego el señor Veltroni de los años en que defendía ese fantasma que entonces recorría el mundo, fantasma que se reveló efectivamente ser eso, un mero fantasma, una ilusión con connotaciones trágicas, pero que no dejaba de encerrar un ideario de fraternidad. A los 60 años de La terra trema, ¿qué se ha hecho de tal ideario?, ¿qué ha sido de nosotros?

Víctor Gómez Pin es catedrático de Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona.