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viernes, 31 de agosto de 2007

El viaje de La Consellera de Mallorca Mulet y su madre a Sicilia no figura en ningún registro del Consell

El ‘tour’ con dinero público de la consellera no aparece en el listado de visitas oficiales ni en el de subvenciones - Camufló el desplazamiento a Lípari a través de una asociación próxima a UM

El viaje a Sicilia que montó la consellera Dolça Mulet con su madre, Rosario Dezcallar, y amigos y que sufragó con dinero público del Consell de Mallorca no figura ni en los presupuestos; ni en la relación de subvenciones; ni tampoco en la lista oficial de desplazamientos de la institución insular durante la pasada legislatura. La que cuando lo organizó era la número dos del Consell de Mallorca se ocupó de camuflarlo.

La responsable de Deportes y Promoción Sociocultural y destacada líder de Unió Mallorquina (UM) reconoce abiertamente la existencia del periplo italiano así como la presencia de su propia madre en el mismo. Se justifica arguyendo que el desplazamiento «fue cultural» y que por ese motivo «todo es correcto». No obstante, la excusa de Mulet no cuadra.

No ya atendiendo a la sorprendente presencia de su madre, que se antoja cada vez más inexplicable, sino a la suya propia. En el plano contable, la expedición que montó a la isla de Lípari, capital de las Islas Eólicas, no figura por ninguna parte. Ni entre los desplazamientos montados por la Conselleria de Cultura que dirigió Mulet bajo la presidencia de Maria Antònia Munar ni tampoco entre los organizados bajo otro pretexto.

El Consell de Mallorca dispuso durante la pasada legislatura de una sola subvención relacionada con el escenario de la excursión liderada por Mulet. Y éste debería ser, a priori, el único motivo por el cual habría tenido justificada su estancia en Lípari.

El 23 de julio de 2004 Mulet autorizó personalmente una subvención de 12.000 euros con el objeto de costear el «proyecto de hermanamiento» con este enclave de la provincia italiana de Mesina.

El dinero público fue a parar a la Asociación de Amigos del Archiduque Luis Salvador, que se encarga de salvaguardar el legado de una figura histórica que veló en vida por las culturas tanto mallorquina como siciliana. Pero el viaje, de nuevo de acuerdo con los datos oficiales del propio Consell de Mallorca, tampoco fue sufragado con cargo a esta ayuda pública.

Dinero por justificar

Según se desprende de la investigación judicial que sigue en estos momentos el Juzgado de Instrucción número uno de Palma y la Fiscalía Anticorrupción en torno a la ya popularmente conocida como Piñata de Munar, el viaje de Mulet lo organizó una de las pseudoasociaciones próximas a UM. Y, por si fuera poco, en este mismo desplazamiento aparece una importante cantidad económica sin justificar.

De tal manera que en este caso concreto el problema no radica sólo en la presencia, con cargo a las arcas públicas, de un familiar directo de la entonces vicepresidenta de la institución que sufragaba el viaje. Tampoco se queda en que el objeto del mismo no queda nada claro. Ni en que el procedimiento administrativo sea a todas luces irregular. Es que del Consell salió dinero para pagar 80 pasajes y la pseudoasociación tan sólo ha justificado a día de hoy 11.

Con todos estos elementos encima de la mesa el fiscal Juan Carrau determina ahora si pueden llegar a ser constitutivos de los dos grandes delitos que enmarcan la investigación: los de malversación de caudales públicos y prevaricación continuada. A lo largo de sus pesquisas el juez y el fiscal se han topado además con un viaje al parque de atracciones Port Aventura encubierto con el pretexto de una visita cultural a Cataluña en la que, entre otros elementos, se debían haber visitado los monumentos góticos. Al igual que en el caso de Lípari, el desplazamiento fue pagado con dinero público del Consell de Mallorca y los beneficiarios estaban vinculados a UM.

Una vez comprobado que el desplazamiento no era cultural sino de ocio puro y duro, el juez Juan Manuel Sobrino decidió examinar quiénes disfrutaron de las atracciones así como de otros desplazamientos con cargo al erario público. En el curso de este rastreo, Sobrino se llevó, al menos, 3 sorpresas más. En los listados presentados por las asociaciones receptoras de las subvenciones y encargadas de organizar los viajes, aparecen las identidades y DNIs de 3 difuntos. Los fallecidos aparecen en 2 de los pasajes.

En uno de ellos el nombre y el DNI facilitados por la asociación subvencionada corresponden a una persona que llevaba años fallecida en el momento en el que tuvo lugar el desplazamiento. En el otro de los pasajes, todavía resulta más grave ya que el nombre y los apellidos del supuesto viajero corresponden a un muerto y el DNI, a otro completamente diferente.

De esta manera, hasta 3 fallecidos han sido utilizados por las asociaciones beneficiadas por La Piñata para justificar el dinero público percibido. Uno de los cuales, según ha constatado el propio juez, falleció hace una década: en 1997.

Pero es que estos mismos muertos aparecen también en billetes de avión presentados ante el Juzgado de Instrucción número uno de Palma como justificantes.

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