Amato crea polémica al habla de tradición siciliana de pegar a la mujer

Amato, de origen siciliano, pronunció estas palabras durante una reunión sobre 'Islám e integración' y aunque posteriormente las matizó no le sirvió para frenar las iras de varios políticos, especialmente de aquellos nacidos en la isla de Sicilia.

'Como persona que tiene fe en la región, digo que ningún Dios autoriza a un hombre a pegar a una mujer, no está previsto que lo haga, pero hay una tradición siciliana-pakistaní que quiere hacer creer lo contrario', dijo el ministro.

Amato recordó que hasta los años 70 se encontraban en Sicilia costumbres y tradiciones 'no muy distantes' a las que ahora traen al país algunos grupos de inmigrantes.

El ministro indicó que 'hay que evitar atribuir a Dios, el dios de los cristianos y el de los musulmanes, que en realidad en el mismo, lo que hay que atribuir a los hombres'.

La referencia provocó las críticas inmediatas de políticos de la isla y de la coalición de centroderecha en la oposición, sin que sirviera de nada que Amato precisara posteriormente que había hablado de 'una Sicilia que ya no existe'.

'Amato desvaría. Que pida inmediatamente perdón a los sicilianos o le pongo una querella', indico la ex ministra de Igualdad de Oportunidades la siciliana Stefania Prestigiacomo.

El exponente de la derechista Alianza Nacional, Ignazio la Rusa, de origen siciliano, señaló que el ministro había realizado 'una operación inaceptable por servilismo cultural'.

Tras la precisión de Amato, la ministra de Familia, Rosy Bindi, dijo que estaba asegura de que su compañero de Gobierno 'habría aclarado sus palabras'.

Bindi agregó que pegar aun mujer es 'un acto de cobardía innoble que pertenece a una cultura machista violenta que por desgracia no conoce diferencias geográficas o étnicas'.