Si bien llegaron a ser vistos como una tradición anacrónica y rústica para sus hijos, ahora los sicilianos de todas las edades presumen alrededor del mundo la permanencia del teatro de títeres a través del Arte Cuticchio.
Giacomo Cuticchio dirigente del grupo de títeres más antiguo de Palermo y de toda Sicilia, en Italia, y representante además de la cuarta generación, narra con orgullo la forma en la que tras años de modernización y combate a los nuevos hábitos culturales, el títere en este país revivió tras ser considerado este espectáculo como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el 2001.
EL IMPACTO GLOBALIZANTE
Al tratar la destrucción de una tradición, Cuticchio narró la forma en la que las marionetas “pupies” según tradujo, representaban casi un sistema de vida en Palermo, a tal grado que si bien había 25 teatros en la ciudad todavía hasta los sesentas, los artesanos dedicados a su elaboración, además de que artistas de otras ramas fueron influidos para crear un arte tradicional siciliano único.
“Con la llegada de la televisión muchos teatros de pupie en Palermo, en toda la Sicilia , fueron proseguidos a cambiar de ocupaciones.
Los titiriteros, llegando este nuevo instrumento que es la televisión, que no permitía a la gente salir de su casa, y de ese al teatro, no permitimos el desarrollo del teatro, muchos titiriteros vendieron sus “pupies” a los turistas que llegaban a Palermo y la única familia que ha trabajado duro fue la familia Cuticchio”.
Aunque la marioneta fue representativa de esta sociedad desde tiempos medievales pero institucionalizada a partir del siglo pasado, las fueras del neoliberalismo hicieron sucumbir la tradición por las nuevas formas de vida, de tal forma que al inicio de los setentas, la llegada de un “boom” económico propició que los teatros, y en particular el de marionetas fueran consideradas “cosas del pasado”, aún por grupos que reconocían que el teatro pupie era un desahogo para las grandes masas populares que no podían acceder al teatro de la alta cultura, aspecto que a lo largo de los años, tras la reconsideración de lo nacional por parte de los italianos, exacerbado por la designación de la UNESCO , hizo que la gente volviera a percibir a los pupies como rasgos distintivos de su cultura y no solo “cosas del pasado”.
“Mi papá cuando hacia el espectáculo nos permitía entrar a la escuela, en este periodo, ¿porqué? ahora afortunadamente nuestro trabajo es primero en la escuela, los mismos niños en Sicilia que no conocen este tipo de teatro y la primera vez que lo ven dicen ¿cómo? ¿esto es de aquí? Para nosotros es importante enderezarnos para los jóvenes de ahora esta tradición que no se muera y viva en el porvenir”.
Sobre el repertorio a presentar en el Fórum Universal de las Culturas, Cuticchio mencionó que se trata de cuentos populares de la historia italiana, proviniendo tanto de la etapa medieval como renacentista, mencionando entre otros “La historia de los paladines de Francia”, en la cual se narran las desavenencias de Carlo Magno y los combates entre franceses y sarracenos.
Otros personajes históricos como Garibaldi, San Pedro, Santa Genovetta, y el propio Jesucristo pueden ser algunas de las sorpresas que el grupo presente esta semana.
Después de haber recorrido toda Europa, además de países como Venezuela, Canadá, Israel y Japón, e incluso de ya haber visitado festivales en México como los de Tlaxcala, Estado de México y Querétaro, entre otros, los artistas dijeron estar dispuestos a dar lo mejor de sí en sus funciones escolares toda esta semana a las 10 y a las 14 horas, y para el público en general este fin de semana a las 10, 14 y 19 horas en la Carpa Títeres.
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