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martes, 13 de mayo de 2008

Comienza el Giro 2008 en Sicilia

Con el mes de mayo llega el Giro de Italia. El ciclismo recobrará una particular emoción. Se pone en marcha hoy en Palermo (Sicilia), al sur de la península italiana, para proseguir con dirección al norte, tocando los mares Tirreno y Adriático, y para concluir como siempre en la ampulosa capital de Milán, tras salvar la región alpina, hito de múltiples hazañas llevadas a cabo en especial por ciclistas de otros tiempos.

Angelo Zomegnan, el actual y dinámico director del Giro, ha cumplido con la promesa que formuló hace tres años, cuando tomó la tutela de esta competición, que celebra ahora su 91ª edición. Aseguró que en el período de tres años trataría a toda costa de que “su carrera” pisara todas las regiones de su país en homenaje a la diversidad de sus gentes.

Su objetivo ha supuesto en una palabra satisfacer a los entusiastas aficionados de este duro deporte que ha reunido y reúne Italia desde aquellas épocas de antaño y casi de leyenda protagonizadas por Fausto Coppi y Gino Bartali, inolvidable campeones del pedal. Fueron los que dieron emotividad al deporte ciclista.

Cabe recalcar que aparte de la visita a la República de San Marino, la carrera se infiltrará esta vez en territorio suizo con la etapa Sondrino-Locarno, una etapa que pesará en la balanza de los esfuerzos. Se ha dicho que el Giro no tiene la aspereza de ediciones anteriores. Puede ser que haya algo de verdad en el juicio.

Pero su identidad global, su esencia, vendrá a ser la misma que hemos conocido en su pasado.

Por de pronto, anotamos cuatro jornadas con sendas llegadas en alto, lugar de emplazamiento de la meta. Señalemos las cimas de Alpe di Pampeago (14ª etapa), Fedaia-Marmolada (15ª), Plan de Corones (16ª) y el Monte Pora (19ª); sin olvidarnos tampoco de la etapa Rovetta-Tirano (20ª), colocada en el penúltimo día y en la cual se afrontarán de una tacada los pasos del Gavia/cima “Coppi”, del Mortirolo y del Aprica. Todo un conglomerado de dificultades en una jornada solemne, dantesca.

Nos llama la atención la inclusión de cuatro sectores de contrarreloj. El primero de ellos bajo la modalidad por equipos, de 28,5 kilómetros, alrededor de la histórica ciudad de Palermo. Días más tarde, habrá una cronoescalada de 13,8 kilómetros, con un porcentaje medio del 7,9 %, una cifra que se hará notar. Las otras dos restantes finalizarán en Urbino y en Milán, esta en plena apoteosis final. Todo ello significará sumar la totalidad de 102 kilómetros cubiertos contra las manecillas del reloj como único juez severo. El Giro reunirá un conjunto de 198 participantes, repartidos en 22 escuadras de nueve ciclistas cada una. La prueba italiana trata por todos los medios de recuperar el prestigio que tuvo en otros tiempos.

La máxima popularidad, todos lo sabemos, se la lleva el Tour de Francia. Las restantes pruebas por etapas pretenden siquiera seguir sus pasos, conquistar su alta reputación internacional, un sueño imposible. Se ha logrado, tras no pocos esfuerzos, reunir a corredores de alta cotización. El italiano Di Luca, por ejemplo, intentará reeditar su triunfo del pasado año, cosa un tanto complicada. Entre sus compatriotas destacan Savoldelli, Rebellin, Simoni, Piepoli, Ricco e incluso Bettini. Se ha descartado la valiosa candidatura de Damiano Cunego, que ha preferido renunciar y reservarse para el próximo Tour.

De entre los extranjeros, querrán probar fortuna, los rusos Menchov, Karpets y Efimkin, el alemán Klöden, el estadounidense Leipheimer, el colombiano Soler y el español Alberto Contador, que ha sido llamado a última hora para participar en la ronda italiana. Los organizadores han querido dar un golpe de efecto mirando de revalorizar la carrera. Saben de sobras que el nombre de Contador crea, vaya donde vaya, una aureola de indudable fulgor. Para el corredor madrileño, creemos, será una papeleta un tanto comprometida. Los españoles alinearán un total de veintidós unidades, lo cual no está del todo mal. Esperemos que nos deparen alguna que otra gesta.

Es lo que en realidad se persigue. ¿Y quiénes nos van a representar y defender en los confines transalpinos? Nombremos, aparte de Contador que siempre es noticia, a algunos que acaparan una especial atención. Son, en nuestra elección, Koldo Fernández, Iñigo Landaluce, David Cañada, Juan Manuel Gárate y Joaquín Rodríguez. Tiempo habrá en este Giro de Italia para que podamos valorar adecuadamente sus prestaciones. Mientras, conservemos nuestra esperanza, nuestra confianza. Los kilómetros nos traducirán la realidad de los acontecimientos. Gerardo Fuster de Carulla.

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